sábado, 16 de abril de 2016

La silla...


Aún imagino verte allí sentada rogando por tu vida, mientras yo cual si fuera juez disponía de ella. 

Estaba ciego lo se, pero no de ahora. Fue cuando no supe ser el hombre qué esperabas, te quise mía argumentando que te amaba; me miraste con cariño tratando de comprender como era ese amor que te ofrecía. 

Pero yo solo vi deseo y seducción, algo en mi mente tergiversó todo. Inmerso en mi lujuria no entendí.

La obsesión mata tanto como mis celos. No te creí, mi locura lo impidió.
Sin atreverme a mirarte a los ojos, el fuego de mi odio te consumió. 

Gritaba tu nombre cuando me llevaban, luego el silencio.
Ahora también estoy en una silla qué quema y sin piedad se lleva mi vida.

Es tarde para pedir perdón…

12 comentarios:

  1. La segunda silla me dio una idea para tu regalo de cumple...

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  2. Eres un gran escritor , pero prefiero esos relatos con humor donde me sorprendes y me deja una sonrisa

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  3. Hola Luis, triste relato y que hoy en día esta continuamente en las noticias, el maltrato de cualquier forma debe tener su castigo, aunque suene duro, el que quita una vida debería pagar con la suya como ocurre en el relato.
    Buen relato amigo, es un placer seguir leyéndote:)

    Besos.

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    1. Hola Piru, la ley del Talión.
      Te dejo un gran abrazo y gracias por estar siempre.

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  4. Aquel dicho de que " el que la hace la paga " aquí está muy bien aplicado. Esta última silla le sirvió para por lo menos pedir perdón aunque como el mismo dice ya es tarde.
    Moli vengo desde ENTC y me quedo,me gusta lo que escribes.
    Saludos.
    Puri

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