Llegaste... (Para Renata)

Cuando la puerta se abrió, desde lejos escuché

Tú llanto fuerte y profundo. No lo dudé, eras tú.

No. No estabas enojada, solo, querías comer.

Sobre el pecho de tu madre, cansada la pude ver

Pero feliz y contenta, igualita que papá

Que emocionado y dichoso, no paraba de contar

Mostrando feliz tus fotos, de un sueño hecho realidad.

Aún recuerdo esa mirada, emocionada, con el pecho palpitante,

Que en brazos de papá, te vio por vez primera

Quien será tu compañera, con quien habrás de lidiar

Por el resto de tu vida.

Tú hermana…

Si, tu hermana Pilar.

Bienvenida bella niña, que das más sentido a mi vida

Con este sueño que nunca, me habría de imaginar.

Las imagino a ambas, tan bellas como mamá,

Apostando a ese futuro, promisorio que vendrá.

Cuando te tuve en mis brazos, comenzaste a despertar

tus ojitos picarones y una pequeña sonrisa

me avisan lo que de ahora en más, ya me tienes atrapado,

y que no me dejarás, aunque una lágrima furtiva

no me deje escribir más…